Mil y un formas de morir

Alexander Pichushkin, El maniático del martillo, como llegó a ser conocido, confesó haber asesinado a más de 60 personas en el parque Bittsevsky al sur de Moscú. Durante casi una década Pichuskin cometió todos estos crímenes en total impunidad.

Según sus propias declaraciones, la mayoría de sus víctimas eran atraídas con la historia falsa de una mascota muerta, los emborrachaba con vodka y luego los golpeaba brutalmente con un martillo, un tubo o la botella de vodka, hasta matarlos. Sus cadáveres eran arrojados en las alcantarillas; si no morían a causa de los golpes, morían ahogados. Según varias declaraciones había un elemento sexual en los ataques, ya que las víctimas eran hombres entre 50 y 70 años, muchos de ellos vagabundos y alcohólicos.

Su primer crimen fue cometido en 1992 donde asesinó a uno de sus compañeros de estudio. Tiempo después fue cuando comenzó con la idea de completar una tablero de ajedrez con una ficha por cada una de sus víctimas.

En febrero de 2007 volvió a matar para demostrar a la policía que aún seguía libre. Después ,Pichushkin salió con una compañera de su trabajo quien dejó una nota explicando con quien iba a estar. Su cadáver fue encontrado a las afueras del parque. La policía atrapó a Pichushkin debido a esta nota. Se entregó sin ofrecer resistencia y confesó todos sus asesinatos y declaró: “Una vida sin homicidios para mí es como una vida sin alimentos para ustedes.” Durante su juicio estuvo aislado en un cubículo de cristal para no ser golpeado por las familias de sus víctimas mientras daba sus declaraciones.