Un electricista de 75 fue detenido el 16 de marzo en Austria por mantener a su hija encerrada durante 24 años y por haberla violado consecutivamente durante su cautiverio. Josef Fritzl, más conocido como el monstruo de Amstetten, lo planeó todo 6 años antes de enclaustrar a su hija. El jefe de la policía, Franz Polzer, señaló que Fritzl había intalado varios mecanismos de electrónicos y resguardaba el lugar con una puerta de 500 kilos.

En 1984, Josef le dijo a su hija Elisabeth que le ayude a subir unas cajas desde el sótano. La muchacha, que en ese entonces tenía 18 años, no volvió a salir de ahí. Su padre la obligóa a escribirle una carta a su madre en la que decía que se había unido a una secta y que no la buscara. Fruto de las relaciones incestuosas nacieron 7 niños: uno que falleció tres días después de nacer y cuyo cuerpo fue incinerado por Fritzl en el patio de la casa, y tres que vivieron con Elisabeth dentro del sótano. El resto, llegaron a la puerta de la casa con una nota en la que la hija le decía a su madre, Rosemarie, que no podía cuidar a los niños y le pedía que cuidase de ellos.

El monstruo de Amstetten fue descubierto cuando una de las hijas de Elisabeth, que vivía arriba, con su abuela, enfermó gravemente. Su padre-abuelo accedió llevarla a un centro de salud. Fue entonces cuando las autoridades sanitarias hicieron un llamamiento público a Elisabeth, para que se acercara al hospital donde Kirsten estaba internada. Una llamada de Fritzl comunicó al hospital que iba a asistir junto con Elisabeth. Las autoridades sospecharon y, a su llegada, realizaron las preguntas respectivas. En ese momento, Elisabeth decidió hablar.

Aún no se sabe a ciencia cierta porqué el monstruo de Amstetten eligió a Elisabeth de entre los seis hijos que tiene con Rosemarie. Lo que sí es seguro es que Josef ya había sido culpado anteriormente dos veces por abuso sexual. El 19 de marzo, Josef Fritz fue sentenciado por esclavitud, incesto, violación, secuestro y homicidio, cargos frente a los cuales el acusado se declaró culpable. En su defensa, Fritzl dijo: "No soy un monstruo, pude haberlos matado a todos". El veredicto del jurado fue internamineto psiquiátrico y cadena perpetua.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

hey locasa esa historia bacan pero pon mas!!!!!!!!

Lisbeth S. dijo...

Es un cabrón más que odia a las mujeres.

Grace dijo...

QUE ASCOOOO!!! No es posible... como un hombre es capaz de hacer eso con su propia hija.....

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A estos no tuvimos tiempo de incluirlos

A estos no tuvimos tiempo de incluirlos
Pero son igual de notorios