Henri Désiré Landru (París, 12 de abril de 1869 - Versalles, 25 de febrero de 1922) fue un asesino caracterizado por enamorar a sus víctimas, antes de descuaritzarlas y quemarlas.

Henry Landru fue hijo de un modesto industrial y de una costurera. El tiempo dedicado a su infancia se dividió entre el estudio y la religión. Esta falta de priorizaciones en su vida, explica que a los 20 años se casara con su prima, a razón de un embarazo no deseado. Después del matrimonio, partió rápidamente a la guerra a cumplir con sus obligaciones militares. Otros comportamientos similares provocaron una fuerte impresión en su padre, quien no tardó en suicidarse.

Para Landru, la Gran Guerra de 1914-1918 le proporcionó la oportunidad de refinar su talento para la estafa: la cantidad de bajas era directamente proporcional a la cantidad de viudas, quienes, presas del desconsuelo, colocaban anuncios matrimoniales en los periódicos.



Una tarde de 1909, Landru acudió a la cita de una desconsolada viuda llamada madame Izoret, quien ofrecía su patrimonio a cambio de un varón que le hiciera compañía. Landru se presentó en su casa y salió poco después con 20.000 francos encima. Con el tiempo, Madame Izoret empezó a sospechar y denunciar finalmente al estafador. En la cárcel, Landru reflexionó: aún había la posibilidad de seguir siendo el perfecto compañero de viudas solitarias, mas deberían ser asesinadas para no poder acusarlo.

Una vez libre, Landru puso su cuerpo e intelecto al servicio de la mejor postora: "Señor serio desea casarse con viuda o mujer incomprendida entre 35 y 45 años". Recibió miles de contestaciones. Tras haber escogido las ofertas más rentables, alquiló una villa llamada "Ermitage", desde donde hizo contacto con sus pretendientes. No se saben los detalles de cómo Landru las hizo gozar con sus encantos, pero ellas siempre terminaban entregándole la custodia de sus ahorros. Y eso era su última voluntad. Luego, Landru las descuartizaba con una sierra y las quemaba en el horno de la villa "Ermitage".


Alentado por su primer éxito, Landrú llevó a cabo varias aventuras simultáneas. Entre 1915 y 1919, hizo nueve conquistas sucesivas. Sus prometidas, de 45 hasta 50 años, creían su discurso apasionado hasta la luna de miel, momento en el cual dejaban su capital en manos de Landru, e ingresaban a la hoguera.

A Landrú se le acabó la suerte cuando los familiares de las desaparecidas comenzaron a mostrar preocupación. El azar permitió a la hermana de la señora Buisson –la quinta víctima de Landru- cruzarse con él cuando recién se presentaba la denuncia.

El 13 de abril de 1919, Le Petit Journal publicaba un artículo con la detención de Landrú, donde informaba a sus lectores de sus cargos por robos y estafas, oculto durante varios años tras nombres falsos. El diario sentenció: "pero cargos más graves pesarán sobre él".

En Gambais, donde se hallaba la villa Ermitage, los guardias descubrieron la cocina, el cobertizo donde Désiré amontonaba la ropa y los muebles de sus víctimas. Y sus osamentas calcinadas. A pesar de las evidencias, las pruebas convincentes fueron sus ficheros y la libreta donde anotaba, con meticulosidad asombrosa, los precios de los boletos de ferrocarril de París a Gambais.



El proceso de Landrú duró dos años. El público cambió las preocupaciones de la guerra por el juicio de un hombre calvo y barbudo, quien lo negaba todo calmo, bromeando con cinismo, mostrándose siempre cortés. Durante su segunda estadía carcelaria, estudió sus expedientes, recibió obsequios y propuestas de matrimonio por parte de sus abnegadas admiradoras. Sin ir más lejos, en las elecciones de 1919, cuatro mil franceses propusieron a Landrú como candidato.
Si bien nadie dudaba de la culpabilidad de Landru, tampoco existía una prueba formal: ningún cadáver, apenas 996 gramos de huesos calcinados. Grandes conjeturas, ningún testimonio.

Las últimas palabras de Landru fueron: … no es la primera vez que condenan a un inocente.

Si bien se llegó a especular en cifras exageradas que Landru pudo asesinar a casi 300 mujeres, el secreto de sus asesinatos se enterró con él, pues en ningún momento reconoció su culpa ni dio pista alguna para esclarecer su caso. A continuación, una lista aproximada de las víctimas de Landru, quienes fueron conquistadas hasta la muerte.
Sra. Cuchet, viuda, 39 años y su hijo de 17 años.
Sra. Laborde, viuda, 46 años.
Sra. Guillin, 51 años. Fea, pero con una herencia de 20,000 francos.
Sra. Héon, la primera que fue a Gambais.
Sra. Collomb, viuda, 39 años.
Andrée Babelay. La excepción: 19 años, guapa y sin dinero, no fue reclutada por anuncio sino en un encuentro casual en el Metro.
Sra. Buisson. Virtuosa que tardó dos años en ceder.
Sra. Jaume. Muy católica, aceptó las proposiciones de Landrú tras la oferta de matrimonio.
Sra. Pascal. Joven y guapa. Antes de irse a Gambais le escribió a su tía: "No sé lo que hay en él, pero me asusta. Su mirada ceñuda me angustia. Parece el diablo".
Sra. Marchadier. Antigua prostituta. Partió a Gambais acompañada de sus tres perros que también desaparecieron sin dejar huella.

Fuente: http://www.latinoseguridad.com/LatinoSeguridad/Criminales/Landru.shtml

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A estos no tuvimos tiempo de incluirlos

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Pero son igual de notorios